domingo, junio 11, 2017

La llamada.

Eran las doce de la madrugada del diez de junio del presente año, estaba hablando con un buen ex algo que tuve hace exactamente un año... hablábamos de cómo las cosas habían cambiado, de cómo el seguía con la chica por la cual me dejo destrozador el corazón, y yo le decía que me sentía feliz de que fuera así, que me daba gusto que lo que me hizo pasar no fue en vano. 

Pasaban los minutos y yo le contaba a él de ti, de mi gordito de cabello rizado (increíble que aún quiera decirte de palabras bonitas después de todo lo que ha pasado), le conté todo desde que "nos dejamos" y cuando mencioné tu nombr, entro esa primer llamada, la tuya. Me puse tan nerviosa, tenía tantas ansias de contestarte que el noto el cambio en mi respiracion y como mis palabras no salían completas... deje que colgaras esa llamada y seguí hablándole de ti. Pasaron algunos minutos, unos quince tal vez y volviste a llamar. Contesté dejándolo a él en espera, solo preguntase "cómo estás?" Respondí que bien y te due que estaba en otra llamada, que si podía hablábamos más tarde. 

Pasaron dos horas, y me llamaste de nuevo, para este entonces yo ya quería colgar con Angel (que raro que se llamen igual, ¿verdad?). Te contesté.

"¿Cómo estás?, te extraño... estoy preocupado por ti"  es gracioso que dijeras eso porque teníamos ya una semana sin ningún contacto, y lo notaste. Notaste que me estabas perdiendo.

 "No quiero que pienses que te hablo porque este perdiendo lo que hacíamos... estoy perdiendo a la persona más hermosa que he encontrado en la vida, y dudo mucho encontrar a una amiga, una pareja, una mujer como tú, no has sido esposa, ni madre pero creo que serías la mejor, como siempre presumes. Eres la mejor". 

Estuve tres horas escuchándote, contándome la historia de cómo te han roto el corazón tus inseguridades (a ti y a mí a la vez), me contaste que estabas mal, or otra persona que no soy yo. Que te sentías perdido, y que necesitabas escuchar mi voz. No sabía si creerte o no, pero seguí escuchando. 

Entre esas horas, dijiste todo. Me elevaste a lo más alto del cielo, y después me dejaste caer, diciendo que la querías a ella, y que no me sintiera mal porque tu no me merecías, "eres demasiado para mí, eres demasiado buena y yo soy una mierda, no te merezco". Yo tampoco te merezco a ti, sin duda. Me dijiste sobria, que pésimo de ser la mejor (y aceptaste que lo soy), y esa misma soberbia, aquella que me diste que es una virtud que tu no tienes, me hace ver que no te merezco, que eres muy poco para mi, pero que sin embargo te quiero y te espero intocable en el mismo lugar. 

Sabes, esa llamada me sanó mucho. Porque me dijiste y confirmase cosas que yo tenía tiempo pensando, cosas que me hicieron añicos el corazón, la vida, la esperanza, la confianza. Todo lo dejaste hecho pedacitos. 

"Quiero decirte algo, quiero dejarlo bien claro... me arrepiento de todo lo que te he hecho pasar, de la mierda que he sido, porque yo sabía que estabas mal aunque preguntara y dijeras a que estabas bien, quiero que sepas que te quiero muchísimo y que me importas demasiado, que personas como tú no voy a encontrar en mi vida , que agradezco porque estás cuando más mierda estoy, que te pido disculpas por todo, y te pido perdón... eres increíblemente buena, te mereces todo lo mejor y esta semana ha sido horrible para mi sin ti".

La estoy pasando horrible al pensar en todo, sabes. Nunca sentí necesitar a alguien, nunca me sentí dependiente de una persona, y hoy estoy aquí esperando a que tomes una decisión, y te quedes conmigo.


No estoy bien, pero te perdono todo y te quiero.