Terminé el año de la mejor manera, entendiendo que tengo a los mejores amigos que la vida pudo ponerme en el camino y que mi estupidez es sólo momentánea. Estuve mucho tiempo del año pensando en que no tendría nada bueno que contar al finalizar éste, pero me equivoqué.
Conocí experiencias nuevas, viví el amor de cerquitas pero a ciegas; no me sabía controlar y no sabía si era real o no. Después caí en cuenta de que era soledad, me enamoraba por soledad. Estuve la mitad del año metida en una relación tóxica conmigo misma, pensando que hice algo mal para que nadie quisiera estar conmigo, ni abrazarme o besarme.
La vida se encargó de ponerme en el camino a la gente adecuada, y a su vez me obligó a conocerme y a entender el por qué de mi soledad, estuve encerrada en un mito: "Nadie te quiere". La mentira que se volvería real si no me empezaba a querer yo misma, si no empezaba a aceptarme y ser autentica en mi autoestima.
Me ayudó mucho entenderme y sobre todo estar en soledad rodeada de gente hermosa. Me ayudó más aún sentir amor por mi, y además de todo, aprendí a amar mis defectos y a sacar provecho de ellos.
El año que terminó hace algunas horas, fue uno de los peores y a su vez de los mejores que he experimentado en mi corta vida.
